Pautas para ofrecer la alimentación complementaria con un enfoque positivo

  • La alimentación complementaria es un periodo de transición en el que se van introduciendo nuevos alimentos al bebé, este periodo suele empezar a los 6 meses de edad y durar hasta los 2 años.
  • Los objetivos de esta alimentación son aportar energía y nutrientes necesarios para el desarrollo del bebé, crear buenos hábitos de alimentación, estimular el desarrollo psico-emocional y sensorial y que el niño deje de tener una dependencia total de los padres a la hora de alimentarse.
  • Hay que ser pacientes, ofreciendo los diferentes alimentos poco a poco y respetando el ritmo de desarrollo del pequeño


¿Qué es la alimentación complementaria?

Los bebés al nacer tienen un patrón de alimentación que empieza con la lactancia materna exclusiva y continúa con la alimentación complementaria. Esto se debe a que llega un momento en el que la lactancia materna deja de ser suficiente para su desarrollo. Cada vez el niño tiene más requerimientos nutricionales y esto significa que hay que introducir otros alimentos además de la leche materna y/ fórmula infantil. Sin embargo, el lactante aún no tiene la maduración neuromuscular para pasar directamente de tomar leche materna a tomar cualquier alimento que comen los adultos. Por ello, se requiere una pequeña “transición”, y aquí es donde entra en juego la alimentación complementaria. Este periodo de introducción de nuevos alimentos ocurre aproximadamente desde los 6 hasta los 24 meses, y es una fase muy vulnerable y en la que hay que tener mucho cuidado ya que podría dar lugar a malnutrición [1] [2].

La alimentación complementaria hay que introducirla en el momento adecuado [1]. Además, debe tener una consistencia y variedad apropiada y administrarse en cantidades y con una frecuencia adecuada que permita cubrir las necesidades nutricionales sin tener que abandonar la lactancia.

Entre los objetivos de la alimentación complementaria se encuentran los siguientes [1]:

  • Aportar energía y nutrientes necesarios para el crecimiento y desarrollo del niño sin tener que quitarle la leche materna.
  • Crear hábitos de alimentación correctos en el bebé que serán la base para su patrón de alimentación en el futuro.
  • Estimular el desarrollo tanto psico-emocional como sensorial.
  • Que el niño adquiera habilidades para pasar de la dependencia total de los padres para alimentarse a hacerlo por sí mismo.


Como ofrecerla con un enfoque positivo

Para que el niño esté a gusto con la introducción de la alimentación complementaria, hay que introducir los alimentos con un enfoque positivo. Para ello, es importante tener en cuenta varias cosas. Hay que respetar el ritmo de desarrollo del pequeño y permitirle cierta autonomía para que no se agobie. Cuando el niño rechace un alimento es importante seguir ofreciéndoselo poco a poco durante los siguientes días para poder favorecer su tolerancia. A veces incluso hay que experimentar diferentes maneras de introducir los alimentos, así como combinar texturas y sabores para mejorar la aceptación. Es importante también no prefijar la cantidad que el niño tiene que comer, no obligarle a seguir comiendo. El niño tiene que decidir y darse cuenta de que ya no tiene hambre, así podrá conocer sus propias sensaciones de saciedad y de hambre [3].

Establecer rutinas y elegir un lugar tranquilo sin distracciones para comer, puede ayudar al niño a adaptarse a los nuevos hábitos.  Acercar al bebé con los demás miembros de la familia de forma segura es bueno para interactuar con él. También, es positivo tener un horario aproximado con flexibilidad de las comidas [2] y llevar una dieta variada y sana con raciones apropiadas. Además, mantener un buen ambiente durante las comidas, ayudará a que el niño perciba de manera positiva la introducción de nuevos alimentos. Para ello hay que ser paciente con el ritmo del niño, no alterarse ante situaciones negativas, no ser excesivamente exigente y disfrutar entre toda la familia de las comidas [3].

La industria alimentaria infantil está respaldada por equipos de expertos en nutrición que trabajan a diario para mejorar productos que ayuden al correcto crecimiento y desarrollo de los bebés.    


AVISO IMPORTANTE: La lactancia materna es el mejor alimento para el bebé. Te recomendamos que consultes con un profesional de la salud sobre el cuidado y la alimentación de tu hijo.


[1] Meneses-Corona A. Alimentación complementaria. Salud y administración. 2016;4(9) www.unsis.edu.mx/revista/doc/vol3num9/A7_Alimentacion.pdf

[2] OMS. Alimentación complementaria.  https://www.who.int/nutrition/topics/complementary_feeding/es/

[3] Gómez Fernández M. RECOMENDACIONES DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE PEDIATRÍA SOBRE LA ALIMENTACIÓN COMPLEMENTARIA. AEP. 2018. https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/recomendaciones_aep_sobre_alimentacio_n_complementaria_nov2018_v3_final.pdf3


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