Trastornos del aparato digestivo infantil

Es muy habitual que los recién nacidos y niños pequeños presenten síntomas gastrointestinales que, en muchas ocasiones, son expresiones de un trastorno funcional gastrointestinal (TFG). Estos trastornos implican síntomas gastrointestinales que no pueden ser explicados por anomalías estructurales o bioquímicas. Estos problemas digestivos son una de las causas principales que ocasionan mayor atención médica en la edad de pediatría [1].

 

¿Sabes cuáles son los trastornos digestivos más frecuentes durante los primeros meses de vida?

En el lactante lo más común es la regurgitación, el cólico y el estreñimiento (correspondiendo al 23%, 21% y 18% respectivamente, del total de consultas médicas en niños menores de 6 meses), mientras que, en los niños mayores de 4 años, el dolor abdominal y el estreñimiento son los trastornos más frecuentes [1]. Todos los trastornos digestivos mencionados se encuadran dentro de los criterios Roma IV [2].  A continuación, describimos los más importantes:

 

Regurgitación del lactante

El reflujo gastroesofágico es el paso retrógrado involuntario de contenido gástrico al esófago, es decir, ocurre cuando el contenido del estómago pasa al esófago de forma involuntaria. Cuando este reflujo gastroesofágico es suficientemente intenso para que se aprecie se le llama regurgitación [3].

El reflujo gastroesofágico es el trastorno gastrointestinal más frecuente en el primer año de vida, entre un 41% y un 67% de los niños menores de 4 meses lo presentan. Es común en el lactante sano, por lo que no se considera una enfermedad y no ocasiona ningún problema en el desarrollo del bebé. Suelen desaparecer espontáneamente entre los 10 meses y los 2 años (el 90% lo hace a los 12 meses) [1] [3].

Entonces, ¿es lo mismo que los vómitos? No, los vómitos son un reflejo del sistema nervioso central que involucra a la musculatura y produce una salida violenta del contenido del estómago, mientras que la regurgitación se produce de manera más suave y ocurre sin esfuerzo.

Los síntomas y signos asociados al reflujo gastroesofágico son poco específicos y muchas veces cuesta distinguirlos de síntomas de otras patologías como infecciones, alergias a la proteína de leche de vaca (APLV), cólicos, etc. Debido a esto, lo mejor es consultarlo con el pediatra para que descarte cualquier patología [1] . Además, el bebé será el que indique el tratamiento a seguir, aunque normalmente no se propone ningún tratamiento farmacológico sino simplemente modificaciones dietéticas [1].

 

Cólico del lactante

Ocurre en lactantes de 1 a 4 meses y se considera un episodio de llanto prolongado y malestar difíciles de calmar que se desencadena sin causa aparente. No existe prueba de que el llanto sea causa del dolor abdominal [3] .

Los síntomas que ayudarán a identificarlo son llanto, queja o irritabilidad durante tres o más horas al día, durante tres o más días a la semana y durante al menos tres semanas. Se suelen asociar con síntomas digestivos como regurgitaciones, abdomen distendido, piernas flexionadas sobre el abdomen y cara de dolor [1] [3] .

Al igual que la regurgitación, suele resolverse de forma espontánea [3]. Suelen aparecer sobre las 2-4 semanas y disminuir poco a poco a partir de las 12 semanas. Además, es más probable que ocurran por la tarde-noche [3] .

 

Estreñimiento funcional

El estreñimiento funcional es muy frecuente, suele ser el causante del 95% de los casos de estreñimiento en niños [1] [3] . Se considera el resultado de intentos voluntarios repetidos de retención fecal [3].

Existen 3 causas principales de este estreñimiento funcional [4]:

  • el cambio de leche materna a la fórmula infantil (principalmente por la presencia de ácido palmítico en posiciones 1 y 3 en las fórmulas infantiles a diferencia de la leche materna que presenta mayoritariamente el ácido palmítico en la posición 2 (ß-palmitato) [5].
  • la introducción de la alimentación complementaria,
  • o que el niño intenta evitar la defecación por temores pasados como dolor, miedo o un entorno desfavorable, normalmente cuando se le quita el pañal, lo que provoca que las heces acumuladas en el recto se endurezcan y se sequen, produciendo una defecación dolorosa y creando un círculo cerrado que causa que continúe el estreñimiento [1] [3] .

¿Cómo saber si tiene estreñimiento funcional? Fijarse es sus deposiciones, por ejemplo, si hace dos o menos deposiciones por semana (en lactantes y niños menores de 4 años) o si las deposiciones son duras y/o voluminosas, puede que sufra estreñimiento funcional. En este caso lo que hay que hacer es consultar la situación con el pediatra, para saber cómo tratarlo. No es peligroso y muchas veces se resuelve cuando el niño gana confianza y se asegura de que la defecación no le produce dolor [1] [3].

 

Tratamientos dietéticos según el trastorno digestivo

 

Regurgitación del lactante

Hay que tener en cuenta que es un trastorno benigno y transitorio, el médico explicará todas las necesidades nutricionales del niño y aconsejará si, además de tener una buena postura al alimentar al bebé, se debe utilizar algún tratamiento dietético concreto como las fórmulas anti-regurgitación [6] con espesantes para ayudar a mejorar los síntomas de la regurgitación.

 

Cólicos del lactante

Al desconocer la causa exacta del cólico del lactante, y ser un trastorno que suele desaparecer a partir de los 4 meses, se suele recomendar intentar prevenir las crisis mejorando la técnica alimentaria como facilitando el eructo, y buscando un entorno tranquilo [7].

Por lo tanto, siempre y cuando el bebé este sano y no se comprometa su salud, los expertos suelen aconsejar mantener la calma, llevar unos hábitos de alimentación adecuados, buenas prácticas posturales, y buscar un ambiente tranquilo. Asimismo, existen nutrientes que tienen como finalidad tener una mayor digestibilidad y reducir la formación de gases a nivel digestivo, el profesional de la salud será el encargado de valorarlo.

 

Estreñimiento

El tratamiento dietético del estreñimiento tiene como base una ingesta abundante de líquidos y fibra. La recomendación general es pautar una dieta equilibrada y variada rica en frutas, cereales, verduras y legumbres que permita aportar una cantidad adecuada de fibra al niño, junto con otros nutrientes esenciales como ácidos grasos esenciales [8].

Una dieta variada y equilibrada, rica en fibras y grasas saludables, puede contribuir a que el pequeño tenga un correcto tránsito intestinal y por tanto bienestar digestivo. Además, podemos encontrar en el mercado fórmulas infantiles que han aumentado el contenido de ß-palmitato para mejorar la consistencia de las deposiciones, y mejorar así el estreñimiento [5].

Como hemos visto, hay muchos trastornos del aparato digestivo que son frecuentes y hoy en día se puede encontrar en el mercado muchos productos que ofrecen diferentes opciones que han sido formuladas específicamente para ayudar en estos trastornos gastrointestinales, pero, si el bebé pudiera estar sufriendo alguno de ellos, hay que consultar con el pediatra, para ver cómo ayudarlo y cómo alimentarlo.

Asimismo, la industria de alimentación infantil trabaja día a día en la innovación y creación de nuevos productos con una composición nutricional adecuada para cada situación.

 

AVISO IMPORTANTE: La lactancia materna es el mejor alimento para el bebé. Te recomendamos que consultes con un profesional de la salud sobe el cuidado y la alimentación de tu hijo.

 


[1] Román Riechmann E, Espín Jaime B. Problemas digestivos del niño. ¿Aplicamos bien las guías? En AEPap ed. Curso de Actualización Pediatría 2015. Madrid: Lúa Ediciones 3.0; 2015. p. 59-69

[2] TGIF Criterios Roma IV Guías de actuación conjunta Pediatría Primaria -Especializada. 2017. Disponible en: http://www.ampap.es/wp-content/uploads/2017/04/2017_GastroSur_TFGI.pdf

[3] Blesa Baviera LC. Trastornos digestivos funcionales pediátricos. Criterios Roma IV. En: AEPap (ed.). Curso de Actualización Pediatría 2017. Madrid: Lúa Ediciones 3.0; 2017. p. 99-114.

[4] M. Mata Jorge, R. da Cuña Vicente. Estreñimiento y Encopresis. Pediatr Integral 2015; XIX (2): 127-138. Disponible en: https://www.pediatriaintegral.es/publicacion-2015-02/estrenimiento-y-encopresis/

[5] José Manuel Moreno-Villares. Actualización en fórmulas infantiles. An Pediatr Contin. 2011;9(1):31-40.

[6] Armas Ramos H, Ferrer González JP, Ortigosa Castillo L. Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP: 19. Reflujo Gastroesofágico en niños. Disponible en: https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/rge.pdf

[7] Martín Aragón, MT. Estreñimiento y cólico del lactante. Vol. 28. Núm. 1. páginas 44-45 (Enero 2009). Disponible en: https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-estrenimiento-colico-del-lactante-13132218

[8] Asociación Española de Pediatría (AEP). Manual Práctico de Nutrición en Pediatría. Madrid. 2007. Disponible en: https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/manual_nutricion.pdf

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